• "Los estudiantes se forman en un entorno laboral real y con profesionales que dedican parte de su tiempo a su capacitación para que alcancen las competencias, tengan autonomía, y se adapten al cambio"
  • "Gracias al contacto directo con los aprendices, las empresas cuentan con una importante cantera de talento: personas con las competencias que mejor se adecúan a los puestos de trabajo que ofrecen o van a necesitar en el futuro"
  • "Cuando los aprendices terminan su periodo formativo integral, se convierten en profesionales cualificados que tienen importantes herramientas para incorporarse fácilmente al mercado laboral"

Repsol está a punto de cumplir diez años apostando por el modelo de Formación Profesional Dual. Como empresa pionera en España en la incorporación de aprendices a su plantilla, ha evidenciado que la Dual es una herramienta eficaz para fomentar la empleabilidad juvenil y participar en la formación de perfiles adaptados a las necesidades cambiantes de las empresas. Cerca de 150 alumnos realizan anualmente prácticas remuneradas en los distintos centros de la compañía en el país y, desde que esta arrancó con la Dual en 2012, casi la mitad se ha incorporado a su bolsa de trabajo. Hablamos con el gerente de Cultura y Diversidad de la multinacional, Salvador Lorenzo, para saber qué les ha ofrecido la presencia de aprendices en esta década y por qué confían en este modelo formativo.

 

¿Por qué recomendarías a otra empresa apostar por la FP Dual?

Cuando hace ya casi 10 años pusimos en marcha la modalidad de FP Dual, vimos que era una oportunidad para avanzar en la formación de los jóvenes y, por tanto, facilitar su acceso al mercado laboral. La Dual está basada en la colaboración público-privada, en la que hay una convergencia y una corresponsabilidad entre centros educativos y empresas: es lo que hace que se haya convertido en un modelo de éxito y de aproximación temprana a la vida laboral. Ambas partes colaboran estrechamente para poder perfilar el mejor de los programas educativos-formativos y lograr que los jóvenes encuentren salidas laborales estables y con perspectivas de futuro, gracias a la experiencia y las capacidades que adquieren durante su ciclo formativo.

Los alumnos reciben una formación profunda en su especialidad, al tiempo que conocen de primera mano cómo es un puesto de trabajo real y adaptan sus conocimientos a lo que la empresa les está demandando para poder desarrollarse profesionalmente. Por su parte, gracias al contacto directo con los alumnos-aprendices, las empresas cuentan con una importante cantera de talento, es decir: personas con las competencias que mejor se adecúan a los puestos de trabajo que ofrecen o van a necesitar en el futuro.

En todo este proceso es muy importante la labor y la experiencia que han compartido los alumnos con los tutores y tutoras que los han acompañado en ese camino. Son profesionales de Repsol que cuentan con una importante trayectoria y experiencia en su ámbito laboral, y cuyo papel de mentores y orientadores profesionales es clave para que estos jóvenes progresen educacional y profesionalmente hablando. 

 

¿Qué ha supuesto para Repsol contar con la presencia de aprendices?

Lógicamente, cuando las empresas tienen a alumnos en prácticas, lo que quieren es poder contar con “caladeros de talento” ya que es lo que les va a permitir tener al profesional más adecuado para el puesto que van a ofrecer, de forma que exista una correspondencia entre la titulación, el nivel de cualificación y la posición del nuevo profesional. Y la FP Dual es perfecta para ello.

En el mundo profesional actual se requieren personas que sean capaces de adaptarse a una realidad como la que estamos viviendo, de cambios frecuentes en el modelo de trabajo y de incertidumbre. Durante el periodo de prácticas, este es uno de los aspectos más importantes: ver cómo crece, madura y se desarrolla, y cómo toma decisiones y asume la responsabilidad. Los estudiantes se forman en un entorno laboral real y con profesionales expertos que dedican parte de su tiempo a su capacitación para que alcancen las competencias, tengan autonomía, aprendan a gestionar sus puntos fuertes, evolucionen y se adapten al cambio.

Para los tutores, también supone una experiencia profesional muy enriquecedora porque tienen que trazar y realizar un plan de aprendizaje para los alumnos, analizar su forma de trabajar, actualizar las prioridades, las jerarquías de decisiones, etc. La experiencia es muy positiva, prácticamente el 95% de los tutores repite.

Cuando los aprendices terminan su periodo formativo integral, y más aún tras sus prácticas, se convierten en unos profesionales cualificados que tienen importantes herramientas y capacidades para incorporarse fácilmente al mercado laboral. La FP Dual y el modelo que promueve es realmente efectivo para fomentar la empleabilidad de los jóvenes.

 

¿De qué manera ha favorecido a vuestro negocio?

Para Repsol, la Formación Profesional siempre ha sido una formación valorada y llevamos más de 30 años apostando por ella, ya que entre las opciones que ofrece el sistema educativo, ofrece una alta empleabilidad. La modalidad Dual, que conjuga la alternancia de la actividad laboral en una empresa y la actividad formativa en el centro, nos permite adaptar mucho más el currículum de los aprendices a las necesidades profesionales que tenemos; sus planes de estudios están muy enfocados a lo que vamos a requerirles cuando vengan a realizar sus prácticas y lo que es más importante: es lo que se van a encontrar en un puesto de trabajo real. Por tanto, su integración y adaptación a los equipos de trabajo cuando forman parte de Repsol es mucho más rápida y efectiva, además de acelerar su aportación personal y profesional a la compañía. 

Para ser competitivas, generar riqueza y empleo, las empresas tienen que contar con el mejor talento, y en la FP existe. Para poder captar y retenerlo con una propuesta de desarrollo profesional atractiva, la alta dirección de Repsol tiene la plena convicción de lo que nos aporta esta modalidad formativa. Por eso hacen una importante labor para que se conozcan las bondades de la FP Dual en toda la organización a través de los líderes de las distintas áreas.

El modelo Dual ha conseguido la colaboración y el compromiso de las empresas con el sistema educativo, porque claramente se han dado cuenta de que la formación de las personas no es solo competencia de las familias o de los centros formativos, sino de ellas, que son las empleadoras, las que van a generar los empleos futuros; y por ello deben ser corresponsables. Lo que hace la FP Dual es aunar esfuerzos, que haya una colaboración constante entre empresas y centros: crea un espacio de aprendizaje, un ecosistema que favorece la transición del mundo académico al laboral y genera las oportunidades para que la persona pueda crecer profesionalmente. Es un paso que hemos dado y no hay que dar marcha atrás: la cooperación de las empresas es algo fundamental para la empleabilidad, sobre todo de los más jóvenes.

 

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